viernes, 17 de septiembre de 2021

Qué oculta el Ministerio de Sanidad bajo la mesa tras el desplante a los biólogos sanitarios

    Leo con cierto asombro el reciente comunicado del CGCOB a raíz de la demanda informativa para conocer cuáles son las razones por las que el Ministerio de Sanidad se niega a reconocer a los biólogos como profesionales sanitarios, en las actividades y especialidades en las que trabajan actualmente.

    Aunque es comprensible el papel del CGCOB en sus mensajes institucionales comedidos, no comparto el diagnóstico que hacen, al referirse a posiciones personales de los dirigentes del Ministerio. Me parece poco verosímil, pues aquí nadie es un verso suelto. ¿O es que la Sra. Darías no tiene un mando superior que le de un buen tirón de orejas? Cualquiera que sea, todos obedecen lo que se les ordena. Si erramos en el diagnóstico será difícil dirigir los esfuerzos donde se necesitan para encontrar una solución. He leído en las redes sociales otras razones que, seguramente están bien encaminadas, pero insuficientes en su análisis. Se habla de corporativismo/gremialismos, tensiones presupuestarias, falta de liderazgo político, sistema sanitario con ordenación profesional decimonónica, gestores incompetentes, etc. Incluso, se introduce en el debate los efectos de una transición democrática defectuosa, que algunos la han calificado como una transacción, por el reparto del negocio profesional aún visible en muchos sectores de nuestra sociedad. 

   Pese a que la Biología es una profesión que tiene cierta solera con sus más de 50 años de existencia, lo cierto es que desde hace algún tiempo existen nuevas titulaciones BIO a las que también se les niega su razón de ser en el sistema sanitario público. Entonces para qué las creas, alma de cántaro, si luego no regulas su ejercicio profesional. Así, difícilmente se puede explicar a los estudiantes, familias endeudadas y profesionales en precario, que hay un negocio montado para favorecer a unos pocos. Alguien en su sano juicio puede entender cómo es posible que no se reconozca a biólogos como profesionales sanitarios que llevan 30 años de actividad profesional en el sistema sanitario público y que le ninguneen su carrera profesional. Tengo la impresión de que hay un reparto de cuotas inamovibles para las profesiones clásicas, sin entrar a valorar su capacitación en contraste con las profesiones emergentes. Ni siquiera en las áreas multidisciplinares reguladas (análisis clínicos, bioquímica clínica, microbiología), las autoridades competentes están dispuestas a compartir plazas en igualdad y libre competencia. Es inaudito que un biólogo apenas tenga opciones para acceder a plazas de Microbiología, por citar un ejemplo. No queda otra que sacar a la luz las sinrazones de fondo del bloqueo al desarrollo profesional de los biólogos en el sistema sanitario y su discriminación respecto a otros colectivos. Haber metido la política dentro de los servicios públicos hasta límite insospechados, ha provocado un daño enorme a nuestro país, retrasando torpemente su desarrollo. Pues claro que hay que reformar a fondo la Administración pública (no sólo), pero a ver quien se atreve. Miremos lo que pasa con la elección de jueces en el CGPJ... 

A ver quien pone el cascabel al gato...en las reformas del sistema sanitario

    Añadiría que el reconocer a los biólogos como sanitarios en especialidades como Genética, Embriología y Salud pública, implica crear nuevos "centros de poder" que entrarán a competir económica y profesionalmente con las especialidades médicas preexistentes. Esto es lo que un profesor me comentó hace muchos años, y parece que por ahí van los tiros. Esos nuevos núcleos de influencia estarán conectados con las Facultades de Biología y sus departamentos, que pasarían a tener un papel relevante en la formación académica de posgrado y sanitaria especializada (Unidades hospitalarias acreditadas), y eso supondría rivalizar  por los escasos recursos con otras titulaciones clásicas, poco dispuestas a cambiar su estatus. Recuerdo a un prestigioso médico manifestar que no entendía porqué se tenía que invertir en Genética en lugar de Fisiología, si los datos avalan lo contrario (en términos de tasas de enfermedades). Se ve que lo de la Medicina genómica no iba con él. No se pronunció sobre porqué la Genética está reconocida en toda Europa pero no es España. Me dio la impresión de que priorizaba unos servicios sanitarios frente a otros, pero en términos de prescindir de uno en lugar de integrar todos los necesarios. Nadie parece estar dispuesto a perder fuelle en su pugna por estar bien posicionados. Y en eso ven a los biólogos como verdaderos contrincantes, en lugar de aliados con objetivos compartidos. Si algo han demostrado los biólogos es su excelencia investigadora y su saber hacer. Y eso no les hace gracia.

    Seguramente haga falta un nueva reforma sanitaria del alcance de la de Ernest Lluc, aunque parece que no hay un liderazgo político con su nivel de compromiso. Aún así, no logro entender la cerrazón de nuestros "representantes" políticos con la Biología sanitaria, no ahora, sino durante tantísimos años (estimo más de 30 años negando el papel de los biólogos en la Sanidad pública). Hasta el punto de que sorprende que en todos los países europeos de nuestro entorno estén reguladas las especialidades citadas (Genética, en especial), sin embargo, en España se bloquea a los profesionales y estudiantes para poder ejercer su profesión, incluso en otros países. Yo entiendo a mi burra: si pierden el control en ciertos ámbitos profesionales, se les puede poner en evidencia. 

    Algunos estaban esperanzados en que el gobierno progresista les iba a ayudar en sus reivindicaciones y han conocido, demasiado tarde, su verdadera cara. Es muy sospechoso que nadie de algún grupo político se haya pronunciado en favor de las reivindicaciones de los biólogos, ni tan siquiera el equipo directivo saliente que las respaldó inicialmente. Pienso que el CGCOB debe seguir hasta el final, y para ello tendrán que recabar más apoyos, movilizaciones de las Facultades de Biología, comunidad científica (ir más allá de Anih, FPU y Cosce) y personalidades que alerten a las autoridades competentes de lo que estamos perdiendo y el daño que están provocando a generaciones de estudiantes y profesionales, quienes se niegan a estar condenados al ostracismo, cuando lo único que pretenden es desarrollarse profesionalmente para contribuir positivamente a la sociedad. 

    Con sus 75 entradas, este blog celebra su boda de brillantes dedicando su apoyo al reconocimiento profesional de los biólogos:

#Biologiasanitariaya

miércoles, 1 de septiembre de 2021

Repaso al nuevo reglamento andaluz de piscinas

   Estamos agradecidos a la dirección editorial de la revista LogíaEFD (Educación Física y Deporte) por publicar nuestro último artículo, titulado "Consideraciones sobre la armonización de requisitos sanitarios a la luz del nuevo reglamento de piscinas de Andalucía". Es difícil encontrar editoriales que sean congruentes con lo que anuncian en sus sitios web. En este caso, hacen honor a la verdad pues LogíaEFD es  abierta y participativa,  admitiendo artículos divulgativos o reflexiones sobre temáticas relacionadas con el Deporte. En nuestro caso, valoramos la nueva legislación andaluza de piscinas, haciendo un balance equilibrado de sus pros y contras, destacando sus aciertos y sus carencias, desde una perspectiva crítica prudente, con convicción y realizando un análisis fundamentado, sin que ello signifique que la editorial comparta las opiniones vertidas por los autores. En este sentido quedamos perplejos con que otras editoriales del ámbito de las ciencias del deporte y educativas, anuncien que aceptan temáticas de legislación, para luego desdecirse aclarando que únicamente aceptan análisis formales de legislación. Pensamos que para eso están las revistas de Derecho y sus artículos doctrinales, puesto que una revista educativa y del deporte tiene un alcance de otra índole y más diversificado.  

   Tras más de 30 trabajos de investigación nos vamos a quedar con las ganas de que los revisores hagan un trabajo concienzudo, a saber, motivando cada una de las sugerencias o correcciones, y entrando en el fondo del asunto. El problema es que motivar (hay que trabajar) no es calificar (más fácil). Lo habitual es encontrarnos con afirmaciones voluntaristas (sin ninguna explicación o motivación de lo que afirman, que posibilite el diálogo científico), generalmente superficiales que, en ocasiones, son discutibles y, en otras, erróneas (a veces ruborizan).  A nosotros nos complace que nos destripen el artículo a cambio de que el revisor  fundamente lo que considere inadecuado o erróneo. Y es raro encontrar un revisor pedagógico y comprometido.

   En una ocasión, nos encontramos que una revisora no entiende algún párrafo y la editora in-chief lo rechaza automáticamente, sin feedback con los autores ni opción a aclaraciones. Es decir, sin posibilidad de contrastar lo que dice la revisora. Calificar alguna parte del texto con "no se entiende" a secas, lo sitúa en el terreno del capricho. La afirmación ofrecida por la revisora no se detiene en alguna explicación del porqué, sino más bien a justificarse a sí misma. Desde el primer momento, la revisora se sirve de generalidades e imprecisiones que justifican cualquier decisión de la editora, de forma que no se expresan las razones que le ha llevado a descartar el trabajo, y si esas razones están bien motivadas o tienen algún vicio oculto.

Algunos editores y revisores de revistas se les nota de lejos

   Eso es tanto como desdeñar el conocimiento y bagaje de sus autores o de aquellos otros lectores que sí que lo entienden (procedentes de sectores académicos dispares Humanidades, Ingeniería y Científico).  No es la primera vez que una editorial rechaza un trabajo que otra lo considera magnífico, y cuyo plantel editorial está repleto de expertos de reconocido prestigio. Algo falla, cuando las razones del revisor se limitan poco más que al "no se entiende". Además siempre existe la posibilidad de que el revisor no esté bien informado, le falten conocimientos precisos sobre el tema, que ni siquiera tenga experiencia como autor, e incluso que tenga conflicto de interés (estar bien relacionados con los redactores de la legislación que se critica). Aunque todo lo anterior sobra, si no va acompañado de honestidad, pues como decía antes, ni tan siquiera hay turno de réplica para los autores. Pensamos que no hay que temer a la diferencia de ideas, aunque no guste como se expresan. Y siempre será mejor recurrir a la elegancia, a la hora de buscar algún pretexto para no publicar un trabajo que no encaja en la línea editorial. 

   Con LogíaEFD valoramos la pluralidad de ideas, su amplio enfoque temático y que su comité editorial es solvente, compuesto por profesionales del mundo académico de múltiples universidades españolas. A la hora de seleccionar a esta revista hemos tenido en cuenta que su lugar de edición sea en Andalucía (por el ámbito territorial de la temática), que no hay que pagar por publicar (las temidas 'fees' o 'processing charges'), y que acepten artículos especiales como ensayos, divulgación u opinión, igualmente necesarios dentro del proceso científico. 

   Nos complace apoyar a revistas jóvenes en un sector realmente competitivo, y estamos sensibilizados con que la investigación no sólo se piense en inglés, siendo conscientes de que investigar no debería quedar reservado a la élite del Q1, puesto que las revistas no pierden su valor por no publicar trabajos con escasa financiación; al contrario, tiene un enorme mérito mantener una revista para divulgar ideas más allá de ciertos abordajes de un problema o tipos de estudios que, con frecuencia, no resuelven el problema encarado ni se obtienen conclusiones generalizables. Si únicamente tiene valor la ciencia del Q1, estamos asentando la idea de que el resto ni sirve ni tiene mérito, lo cual es muy discutible. Hay que desmitificar el hecho de que por aceptar determinados tipos de estudios se van a alcanzar conclusiones sólidas. Ningún tipo de estudio es garantía de nada, mientras que el diálogo crítico siempre va a formar parte del proceso científico.

   En lo que a nuestro artículo respecta, 20 años después, el reglamento sanitario andaluz sobre piscinas se ha reformado impulsado por la normativa básica nacional. Previamente, el Ministerio de Sanidad estableció los criterios mínimos de condiciones técnico-sanitarias que deben reunir las piscinas para el conjunto del país. En Andalucía la gestión de los requisitos sanitarios para las piscinas se ha regulado por el Decreto 485/2019. Esta actualización normativa conlleva modificaciones en los valores límite de los parámetros de la calidad del agua y del aire. Además, se establecen nuevos requerimientos organizativos y de gestión para los titulares de las instalaciones y proveedores de servicios. El objetivo nuestro trabajo fue reflexionar sobre los contenidos más sobresalientes del nuevo reglamento y dotar parámetros interpretativos para una aplicación eficaz de las normas de piscinas. Esta iniciativa legislativa supone una oportunidad para desarrollar normas más estrictas, homogéneas y reconocibles que ayuden a reducir el potencial riesgo sanitario del uso y disfrute de las piscinas.


jueves, 8 de julio de 2021

Atrapamientos en las instalaciones de las piscinas

 Con la presente entrada vamos a compartir el artículo publicado en el ejemplar de marzo de 2021 de la revista iberoamericana de ciencias de la actividad física y el deporte de la Universidad de Málaga, con el título "Requisitos de seguridad frente al riesgo de atrapamiento en piscinas: revisión crítica de los reglamentos autonómicos". 

Los atrapamientos de bañistas (incluye succión de partes del cuerpo) en las instalaciones de las piscinas son uno de los tipos de sucesos lesivos reconocidos a nivel mundial por sus trágicas consecuencias. Son eventos poco frecuentes pero con efectos devastadores en las víctimas. Quizás por el hecho de que son incidentes inusuales, se les ha prestado una atención indebida, aunque no se justifica que dejen de regularse unas condiciones seguras de los dispositivos e instalaciones implicadas en este tipo de episodios. Y a la hora de legislar, hay que emplear especificaciones técnicas explícitas y huir de las generalidades.

Los principales daños para la salud de los bañistas, generalmente en menores de edad, descritos en la literatura científica incluyen: evisceraciones transanales, prolapso rectal, perforación rectosigmoidal, daños isquémicos en nervios y musculatura, ahogamientos, fractura de extremidades... Para no herir la sensibilidad de los lectores del blog, he preferido no incluir fotografías de las víctimas. No obstante, la bibliografía de nuestro artículo contiene numerosas referencias con reportajes fotográficos con fines de investigación.

Caso real de atrapamiento del brazo de un menor en la piscina de mi propia Urbanización


Estado en que quedó el andén para liberar el brazo del menor atrapado en el skimmer


Llevamos a cabo un estudio de la legislación sanitaria de piscinas con emplazamiento en la población española. Examinamos los parámetros normativos previstos en los reglamentos autonómicos de piscinas para el abordaje del riesgo de atrapamiento. 

Entre los resultados obtenidos destaca que ninguna de las Comunidades Autónomas establece medidas de seguridad frente a las cinco modalidades de atrapamientos reconocidas, obviando las de tipo mecánico, extremidades y cabello. Encontramos 9 reglamentos con más de 15 años de antigüedad. Se identificó una falta de especificaciones técnicas sobre medidas de seguridad para cumplir con garantías las prescripciones normativas. Los reglamentos de piscinas analizados muestran una gran disparidad normativa en sus estrategias de protección de la seguridad de los bañistas, con medidas preventivas desiguales y un grado de fiabilidad cuestionable.

Es fundamental que cualquier hueco practicado en el vaso, tenga la debida cubierta protectora (antiatrapamiento en sus cinco modalidades) conforme a un estándar internacional reconocido (UNE, ANSI, DIN...). Adicionalmente, esa medida debe acompañarse de un diseño adecuado de la hidráulica de la piscina, con el  conveniente número y distribución de impulsores, con un oportuno emplazamiento de los desagües,  tuberías de tamaño y sección apropiadas, etc, impidiendo por todos los medios velocidades de flujo inadmisibles y presiones negativas (vacío) que puedan propiciar la retención del bañista en cualquiera de las tomas de recirculación del agua del vaso.

Toma de recirculación desprotegida: preámbulo de un fenómeno de succión del bañista



sábado, 5 de junio de 2021

Sobre la Declaración de apoyo de la CEDB a la Biología Sanitaria

 Estamos dedicando diversos post al reconocimiento profesional de la Biología sanitaria dentro del Sistema Nacional de Salud, centrado especialmente en el personal estatutario que desempeña su actividad laboral en diferentes ámbitos especializados: Salud pública, Genética clínica, Reproducción humana asistida, Investigación biosanitaria. En su momento, los Decanos de Biología (representan los intereses de las Facultades Universitarias) se opusieron a que el Consejo General de Colegios Oficiales de Biólogos circunscribiera el reconocimiento sanitario únicamente a los titulados en Biología que trabajan actualmente en el SNS. Unos apuestan por una Biología inclusiva, es decir, metiendo en el mismo saco a todas las nuevas titulaciones afines a la Biología, que son muchas y algunas muy jóvenes, alzando más la voz en favor de los intereses de las Universidades, pero con la boca chica para los profesionales que llevan toda la vida sin su justo reconocimiento, y que son quienes han estado en el tajo dentro de los centros sanitarios, tragando mucho, demasiados sapos. Ni que decir tiene, que muchas de esas plazas dotadas y presupuestadas están ocupadas por biólogos, podrían ser el punto de partida en una negociación para que -por ejemplo- cuando nos jubilemos, no pasen a ser amortizadas o se transfieran a las titulaciones tradicionales. 

Nadie se pregunta porqué en los últimos 20 años, no se ha producido ninguna declaración del CEDB sobre este mismo asunto. Quizá tenga algo que ver el negocio de los nuevos Máster en Biología sanitaria. Bienvenido sea el reciente manifiesto de apoyo, pero hay que conocer bien la historia para entender el presente, opinar con fundamento y defender adecuadamente los intereses profesionales. En un alarde de ingenuidad o de buen rollito, a algún Decano se le ocurre decir que es un grave error no actuar conjuntamente con las restantes profesiones sanitarias nuevas y tradicionales. A mi juicio, el craso error está en ser rehén de colectivos profesionales que van de oportunistas, y que con motivo del proyecto de RD de especialidades sanitarias, se han lanzado alocadamente a reclamar plazas donde nunca han trabajado en estos 35 años, y que de buenas a primeras se consideran competentes. Esto significa repartir lo poco que tenemos con invitados inoportunos.

Descarga y amplia el manifiesto de apoyo a la Biología Sanitaria


Vamos a ver, la necesidad de apoyo a la Biología sanitaria surge porque durante más de 35 años no se reconoce a los biólogos que están trabajando en el Sistema Sanitario, frente a los colectivos tradicionales que no quieren que nadie les coma su parte del melón presupuestario. ¿Cómo vas a ir de la mano de aquellos que no quieren que accedas a las plazas del SNS en igualdad? Pues bien, hay que saber valorar adecuadamente el coste-oportunidad y el coste-beneficio de las decisiones, en lugar de aletargar de nuevo el reconocimiento profesional por mor de no saber distinguir las problemáticas de colectivos distintos: biólogos en ejercicio vs. titulaciones de nueva creación. Recordemos que son los Licenciados en Biología los que cuentan con una mínima regulación profesional (Real Decreto 693/1996), que no tienen las nuevas titulaciones afines. Y eso hay que saber aprovecharlo, no puede desperdiciarse ese recurso legal. 

Evidentemente nadie quiere excluir, como tampoco sacrificar a un colectivo veterano por intereses de unas titulaciones determinadas. Hay que saber priorizar, y tomar decisiones pensando en lo más práctico y beneficioso. Si quieres empezar a regular título a título, las consecuencias pueden ser desoladoras. Otros titulados "no afines" empezarán a pedir lo mismo (Y de hecho ya ocurre con el CGCOV). En entradas anteriores, abogamos por no apostar todo al máster profesionalizante, porque eso por sí solo, no resuelve el problema. Hay que diversificar las vías de reconocimiento, sobre todo aplicando ahora las que sean inmediatas, en lugar de supeditarlas a un proceso largo y duradero de regulación de nueva profesión. También debe distinguirse entre regular nuevas especialidades sanitarias multidisciplinares y entre regular una nueva profesión (esto último requiere rango de Ley, y en este sentido, mejor no acordarse del tiempo verbal expresado en el primer párrafo del artículo 15.1 del RD 693/1996). Pero se ve, que algunos no tienen prisa. Huelga decir que no son homologables la situación de un joven egresado (que busca hueco en el mercado con un título sin regulación profesional) con la situación de los biólogos con un recorrido laboral de más de 30 años sin reconocimiento profesional. La solución no pasa por poner ambas problemáticas al mismo nivel y tratarlas al mismo ritmo para obtener el reconocimiento profesional en el SNS. Dicho en Román paladino, no vistamos a un Santo y desvistamos a otro.

Es más, a poco que se documente comprobará que esos colectivos tradicionales nunca han querido compartir ni competir libremente con los biólogos: a la consabida discriminación en número de plazas BIR para las 5 especialidades multidisciplinares, le sumamos la reivindicación de los veterinarios de dos nuevas especialidades xIR en exclusiva (veterinaria de salud pública y de animalario), la exclusión de biólogos en categorías laborales de inspección sanitaria (reservadas en exclusiva para veterinarios y farmacéuticos) para actividades laborales donde estamos sobradamente preparados (salud ambiental y seguridad alimentaria), el boicot a biólogos andaluces en la red de alertas epidemiológicas, categorías laborales de investigación maltratadas, etc. En Andalucía estamos hablando de 800 plazas de inspectores de sanidad, donde podríamos acceder a empleos estables y contratos eventuales  (bolsas de empleo temporal), y que no podemos hacerlo por el corporativismo rancio de las instituciones así como por la presión de esos colectivos citados, con los que algún Decano quiere hacer un manifiesto conjunto.  

Se da la circunstancia de que el acceso a las plazas de inspección sanitaria se produce sin importar el itinerario curricular seguido por farmacéuticos y veterinarios para ejercer como inspectores en salud pública. Da igual que tu base académica sea del medicamento o la clínica de animales de compañía, para acceder a un empleo como inspector de salud ambiental, esto es, sin la carga de créditos apropiada en los ámbitos donde se requiere. El resultado es que los servicios públicos se ponen en manos de profesionales sin la competencia adecuada. Por eso es tan importante que se regulen las categorías profesionales, revisando profundamente lo que hemos heredado de un régimen viejuno. 

Off the record: Cuando ha empezado a moverse el proyecto de RD de especialidades sanitarias, los biólogos de la salud pública andaluza han sido expulsados de la red de alerta epidemiológica, y entre las lindezas de la respuesta al recurso de alzada firmado por un director general (Veterinario), viene a decir que los biólogos no pueden demostrar cuál ha sido su trabajo en epidemiología tras más de 20 años integrados en la red y cobrando por ello, y además, no reúnen las capacidades adecuadas por no ser una titulación sanitaria. ¿Coincidencia o casualidad? Yo tengo muchas canas como para creer en las casualidades, y está claro que están instrumentalizando a la Administración por intereses corporativistas. La respuesta está envenenada, pues afinan hasta el punto de exigir que se demuestre cual ha sido su trabajo. Y debe saberse que dicho recurso vino precedido por una estrategia estudiada y calculada, para ir despojando otras funciones que venían desempeñando los biólogos,  con el último fin de arrogarse unos servicios públicos que, evidentemente, admite múltiples titulaciones. Lo hicieron con la aquiescencia de los responsables políticos. Estas son las guerras sucias a las que tienen que hacer frente los biólogos. O cambian radicalmente el criterio de acceso y selección a la Función pública, o seguiremos con corporativismos anacrónicos, en una sociedad donde hace tiempo que llegaron múltiples titulaciones universitarias (Bioquímica, Biotecnología, Genética, Tecnología de alimentos...).

Yo le diría al Decano despistado, que consulte las alegaciones del CGCOV, y verá que no hay ninguna intención por querer compartir plazas de salud pública con otros profesionales competentes, o lo que es lo mismo, les importa bien poco unos servicios públicos profesionalizados. Los responsables públicos no están pensando en rodearse de los profesionales más competentes, sino en colocar a los suyos en puestos clave desde donde manejar sus intereses. Cuanto antes se comprenda como actúan internamente, será más fácil dirigir los esfuerzos para desmontar este quilombo. Por disparatado que parezca,  ellos consideran que los únicos competentes son veterinarios y farmacéuticos para trabajar en aguas de consumo humano, aguas de baño, legionelosis, Biocidas, Vigilancia y control de vectores nocivos, seguridad alimentaria. Y para colmo, desde el Consejo de Colegios de Veterinaria han declarado que les resulta hiriente (Rae: ofensivo, quien trata de ofender o atacar) que los biólogos podamos acceder a especialidades sanitarias multidisciplinares (BIR), y a ellos no les está permitido. Como puede inferirse, sus argumentos son menospreciar a otras profesiones reconocidas del sistema sanitario. Los biólogos lo hacemos desde el año 1985, y a los veterinarios es ahora cuando les ha entrado prisas por tener un espacio propio en el Sistema Sanitario, que nunca han tenido. Un oportunismo ridículo. Lo que es patético es que una profesión del ámbito de la sanidad animal acceda a especialidades de la salud humana. Zapatero, a tus zapatos!

Recientemente alguna Comunidad Autónoma ha decidido clasificar a los biólogos en la categoría de Facultativos especialistas no sanitarios dentro del servicio de salud, al mismo nivel que "personal de gestión y servicios": peluqueros (ya sabéis lo que hace la RNA polimerasa), electricistas, mecánicos, telefonistas, costureras, etc. El trasfondo es que no podamos hacer carrera profesional como sanitarios, es decir, no tener los mismos derechos retributivos (complementos, niveles...) y profesionales (acreditaciones, competencias, registros...). Los principales sistemas sanitarios europeos (Ej. el NHS que tanto gusta a nuestros políticos, precursor de la regulación de la salud pública) no tienen la división sanitario/no sanitario, pero en España se prefiere seguir con el estatus de clases y discriminaciones profesionales, que hace hablar a los mudos. Hasta las auxiliares de enfermería se consideran sanitarios, pero los biólogos que trabajan con gametos humanos, no lo son. 

En definitiva, lo primero es documentarse y conocer las causas de la discriminación profesional de los biólogos en la Función Pública, para luego aprovechar las oportunidades que se presentan, de lo contrario perderemos de nuevo el tren, sobre todo perjudicando a quienes iniciamos nuestra carrera profesional en la Sanidad. Cómo biólogos con formación científica debemos hacernos preguntas, las correctas, ej: ¿De qué realidad profesional estamos hablando? Si conocemos las causas que han llevado a los gobiernos PSOE-PP para no regular la situación de los biólogos  durante más de 35 años abusando de la precariedad, quizás sepamos cómo actuar. No se habla de erradicar el corporativismo en la reforma propuesta por el progresista Iceta. ¡Vaya pérdida de memoria!  Recordémosle que el Consejo de Europa ha vuelto a dar otro tirón de orejas a España (leer aquí) a cuenta de la precariedad laboral de los científicos (muchos de ellos biólogos). Claro que los políticos han puesto su solución encima de la mesa: evaluar la excelencia (tracatrá!), mientras que lo que se está pidiendo es #Ciencia con derechos. No hay más cera que la que arde. 


miércoles, 5 de mayo de 2021

Los biólogos sanitarios también existimos, palabrita

 Continuando con la reivindicación del reconocimiento de la condición sanitaria a los biólogos que trabajan en el sistema nacional de salud, conviene hacer algunas puntualizaciones sobre conceptos mal empleados y argumentos poco solventes. Intentaré simplificar algunas de las ideas para facilitar su comprensión.

1. La condición profesional sanitaria se adquiere cuando se interviene  con pacientes. Falso. Hay categorías laborales que no tratan a los pacientes y se consideran sanitarias. Por ejemplo, gran parte de las titulaciones de Formación Profesional previstas en el art.3 de la Ley 44/2003 (LOPS) no tratan con pacientes, y tienen su reconocimiento como sanitario. Ej. Documentación sanitaria y Salud Ambiental, dándose la paradoja que los del grupo A.1 de sanidad ambiental, no se nos considera sanitarios, pero los del grupo C, sí que lo son. No encuentro el emoticón apropiado para describir esta situación.

2. La Biología sanitaria no es una nueva profesión. La profesión es la de Biólogo, la de siempre, como bien subrayan desde el CGCOB. Los principios básicos reguladores del ejercicio de la profesión de biólogo se regularon en el Real Decreto 693/1996 (hace más de 25 años). En su artículo 15 se enuncian algunas de sus funciones, abarcando entre otras: estudios epidemiológicos, análisis físicos, bioquímicos, citológicos, histológicos, microbiológicos, inmunobiológicos de muestras biológicas, incluidas las de origen humano. ¿Son funciones no sanitarias? En absoluto. Simplemente, que  para desarrollar una carrera profesional en Sanidad te tienen que reconocer esa condición sanitaria, que es problemática cuando se trata de profesiones con base académica multidisciplinar, o también en el caso de que  la especialidad aún no tenga regulación profesional (Genética, Reproducción humana asistida, Salud Pública). Con frecuencia, lo multidisciplinar no cabe en el embudo sanitario, y las autoridades competentes deberían tener altura de miras. Si, finalmente, se regulan estas nuevas especialidades, lo más jóvenes no deben olvidar la presencia de biólogos veteranos que han estado sacrificándose  durante toda su vida profesional, para que otros aprovechen sus frutos.  

Es el momento de que todos unamos esfuerzos, y aparquemos las diferencias.

3. Los biólogos no estamos en una situación de ilegalidad por el hecho de que no se haya regulado una especialidad profesional. Es más acertado hablar de situación irregular, pues todos han accedido al empleo por las vías reglamentadas en la Función Pública. No somos invisibles ni estamos de tapadillo en los centros sanitarios. En realidad nos han invisibilizado por intereses corporativos. Algunos compañeros se han apresurado a agradecer a canales como La Sexta, Ángel Martín, Antena 3TV (el Hormiguero), CanalSur Andalucía, por mostrar las reivindicaciones del colectivo de biólogos sanitarios. Dada la precariedad laboral que inunda al sector sanitario, con  contratos en fraude de Ley, con categorías laborales que se rigen por convenios de oficina, con TenureTrack vergonzantes, etc, más vale que espabilen y le den las gracias a la inspección de trabajo y a los tribunales de justicia, en lugar de conformarse con ser vistos en programas de humor. Todo no vale.

4. La Salud individual no empieza cuando se trata al paciente, porque eso es tanto como suprimir el concepto prevención de lo sanitario. Los factores ambientales son uno de los determinantes de la salud con mayor peso específico, reconocidos por la OMS, y en este ámbito estamos trabajando muchos biólogos en la Salud pública y ambiental. Se da la paradoja de que los epidemiólogos titulados en Medicina están reconocidos como sanitarios, mientras que los responsables de adaptar la red de vigilancia epidemiológica a la secuenciación genómica, por su condición de biólogos no están reconocidos como sanitarios. Los informes sobre investigación de brotes epidémicos de origen ambiental (hídrico, vectores nocivos, contaminantes químicos, legionelosis, cianobacterias en aguas de baño, toxi-infección alimentaria...) están dentro de la esfera de competencias de los biólogos que ejercen como técnicos de salud en el Servicio Andaluz de Salud. Pero... no nos reconocen como sanitarios.

5. Dice el Director de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad que los biólogos tenemos "una pequeña frustración" porque no acceden a nuestras pretensiones como personal sanitario. Aparte de la mala follá del personaje, no parece estar a la altura del cargo, simple y llanamente, por la falta de respeto a un colectivo que únicamente defiende una carrera profesional digna como el resto de profesionales. Sr. Director, no queremos que nos regales nada, pero tampoco que nos robes  ¿Dónde se ha visto una Sanidad formada sólo por médicos/as y enfermeros/as? El abordaje integral de la salud necesariamente es multidisciplinar ¿Porqué en España se alejan del criterio dominante en el resto de Europa? No sólo no te reconocen en tu país, sino que te bloquean tu libre circulación para trabajar en otro. Clama al cielo. A ver si va a ser verdad lo del gen miope en nuestros dirigentes públicos. Necesitan Consejo Genético, pues siguen sin entender porque pierden votantes. Seguid así, cada vez os quedan menos colectivos a los que engañar.


miércoles, 7 de abril de 2021

#BiologiaSanitariaYa

 El título de la entrada corresponde a la campaña reivindicativa que el colectivo de biólogos ha iniciado para luchar por su reconocimiento como profesión sanitaria. Indudablemente, nos adherimos a esta iniciativa en el portal Change.org, donde llevamos más de 10.000 firmas y os pido a todos los lectores del Blog que la hagáis viral en vuestras redes sociales y contactos. Pincha en este enlace y firma 

  

Para los que no lo sepan, los que peinamos canas llevamos muchos años en la lucha por el reconocimiento sanitario de los biólogos de la Salud Pública, mucho antes de la Ley 44/2003 (LOPS), y no nos hemos limitado a firmar y ya está. Los que están en su poltrona universitaria (salvemos al Decano de Ciencias de la UCM), estudiantes y egresados, debéis saber que nos hemos echado a nuestra espalda incontables reuniones (Sindicatos-Administración-Asociaciones) con desplazamientos a Antequera y Sevilla pagados de nuestro bolsillo, con mucho sacrificio personal y familiar, además del profesional. A lo que hay que añadir que desde el año 1999 hemos participado a los Colegios Profesionales de Biólogos, información puntual e informes de situación, para que desde este estamento actuaran no sólo por el reconocimiento sanitario, sino también por aumentar los efectivos de biólogos en servicios públicos donde estamos vetados, consecuencia de la herencia recibida de la etapa predemocrática (y que los farsantes progresistas han permitido, tocándole las palmas al del bigote que firmó la LOPS). Hemos clamado en el desierto y para más señas, durante este dilatado período de más de 20 años, elaboramos y elevamos las siguientes acciones a donde corresponde: 

 

- Propuesta de mejoras profesionales de biólogos al titular de la Consejería de Salud 

- Petición a la mesa de la sanidad del Parlamento de Andalucía sobre la necesidad de biólogos en la sanidad ambiental y salud pública andaluza 

- Alegaciones al Decreto de Plantillas de Personal del Servicio Andaluz de Salud en favor de servicios multidisciplinares y pluriprofesionales y en contra de la supresión de categorías profesionales. 

- Alegaciones a la Ley de salud pública de Andalucía, incluida la vertiente de recursos humanos. 

- Alegaciones y demanda judicial a la Consejería de Salud, por exclusión de los biólogos de la red de alertas epidemiológica, (vertiente de salud ambiental: legionelosis, brotes hídricos, intoxicación química, vectores transmisores,...). 

- Informe para la Comisión Nacional de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud, para el reconocimiento sanitario de los biólogos. 

- Propuesta de reforma de la atención primaria para el grupo de trabajo del Sindicato CC.OO. abordando la reestructuración de plantillas de personal, que posibiliten la entrada de biólogos a los servicios sanitarios públicos. 

- Alegaciones al real decreto por el que se aprueba el registro estatal de profesionales sanitarios, proponiendo la incorporación de biólogos no-BIR en sus diferentes especialidades no reguladas. 

- Reclamación del reconocimiento sanitario de los biólogos que desempeñan actividades profesionales de sanidad ambiental en el sistema sanitario público, dirigido a las autoridades gubernamentales y principales representantes de los trabajadores del sector público. 

- Mi memoria no da para más... 

 
Hemos complementado estas actuaciones con publicaciones en revistas de sociedades científicas (SESPAS, SESA, SAMFYC, SEMG, APA), en redes sociales y el presente blog, con tal de sensibilizar del problema y recabar el apoyo efectivo (que no solidaridad de cartón) de los compañeros para unir fuerzas en los objetivos que nos unen. Con todo lo expuesto quiero significar que no basta estar en una asociación, en un colegio profesional, una sociedad científica, en un partido político o sindicato, hay que currar más allá de tu labor estrictamente profesional, y no se puede esperar a que lo hagan los demás. Porque así no se consigue nada. Necesitamos personas más cooperadoras y con un poco de altruismo. Al final todos acabamos por conocer lo que hacen unos y otros, de nada sirve el postureo y que se vaya la fuerza por la boca. Que den un paso al frente los Decanos, catedráticos de las especialidades implicadas, con algún manifiesto, artículos, redes sociales, etc (sin pelos en la lengua, por favor).

 

Pasando a comentar la traición del Gobierno, abordada en el post anterior, diré que la injusticia y el agravio es de tal envergadura que rompe cualquier principio de la lógica, hasta el punto de hundir en el fango al talento profesional de tu propio país. Vamos a ver, no estamos hablando de unas condiciones laborales precarias equiparables a las de cualquier otro colectivo con problemas. Lo que aquí se trata es de un colectivo que no tiene categoría profesional identificable, visible socialmente, con carrera profesional y cartera de servicios normalizada, que no es nueva, sino que llevamos toda una vida laboral trabajando, dando lo mejor de cada uno, con resultados encomiables. Sin embargo, los responsables del Ministerio de Sanidad y, por tanto, sus superiores deciden incumplir su compromiso de regular las actividades y servicios que ya venimos realizando desde hace más de 25 años. No hay explicaciones públicas al respecto. Traigamos las que se hablan de tapadillo. 


Algún medio de comunicación ha tirado de la lengua a la Ministra, y ha dado pistas diciendo que van a aplicar el test de proporcionalidad para la regulación de las profesiones. El famoso test lo explicamos en un post anterior, y se aplica para liberalizar a las profesiones sanitarias existentes, porque la Unión Europea dió un tirón de orejas a España, por su flagrante corporativismo sanitario que bloquea el acceso de otras titulaciones competentes distintas a las clásicas de Medicina y Enfermería. Es decir, el test no está pensado para aplicarse a la biología sanitaria (sin regulación) sino para liberalizar profesiones sanitarias actuales. Parece que quieren aplicarnos todas las armas burocráticas posibles, con tal de demorar y demorar hasta aburrirnos, y que sigan los mismos.  

 
No es casualidad que en el debate sobre la especialidad de Genética clínica, el director de ordenación profesional del Ministerio de Sanidad, se le sobrentiende que son los médicos los que deben liderar dicha especialidad, pese a que actualmente está representada mayoritariamente por biólogos (n>1100 efectivos), que son las que la han implantado y desarrollado las Unidades de Genética en el SNS. Los demás contertulios apostillan que es una especialidad pluriprofesional y que la especialidad se llama genética clínica, y no médica. No tiene desperdicio lo del directorzuelo, que igual piensa que los biólogos sólo sabemos de genética mendeliana, desconociendo a Francis Mojica (fundador del CRISPR) o a Ginés Morata (Príncipe de Asturias), por citar ejemplos sobresalientes de nuestro país.  Hay decanos del COB que se sorprenden de la formación y visión anticuada de los representantes ministeriales. Se nota que no tienen experiencia en estas lides o no han conocido negociaciones sindicatos-Administración. Además, eso está muy extendido en grupos de edad mas veteranos de distintas categorías laborales, incluida la clase médica. Lo importante es que al margen de la predisposición y dudosa capacidad gestora de los nuevos directivos, es poco verosímil que actúen caprichosamente y con discrecionalidad absoluta. Su cambio de criterio no es sobrevenido y estaba predeterminado por sus superiores. No seamos ingenuos, las decisiones de gran calado no se improvisan. A nadie le extraña la pericia de los políticos para engañar y dilatar las actuaciones. Ningún superior del Ministerio ha dado explicaciones, ergo, forman parte del juego.


Y como era de esperar cuando el río suena, agua lleva. Surgen más reivindicaciones de otros colectivos que no se sienten bien representados, buscando un Pacto por la Sanidad. Lo cual aprovechara el Ministerio para decirle a los biólogos que como vosotros tengo más en la lista de espera. Insisto, el caso de los biólogos no tiene parangón porque es que no tienen categoría con carrera profesional en muchas de las especialidades donde trabajan: Genética, Embriología, Nutrición, Salud Pública, Biología Forense, Investigación biosanitaria, Toxicología, Biobancos, etc. En una entrada anterior arrojamos numerosas pistas sobre el enfoque interesado en la regulación de las especialidades sanitarias (leer aquí). Pensemos que si cada profesional o categoría tiene unas responsabilidades y funciones bien definidas, ¿para qué inventan la clasificación sanitario/no sanitario?. La respuesta está en que todos quieren ser tratados laboralmente igual que los sanitarios.

 
Entretanto y con la que está cayendo por la pandemia, las autoridades políticas afirman haber comprendido la importancia de la Salud Pública. O sea, que necesitaban una catástrofe para darse cuenta. Otra frase hueca, para lucir en los telediarios. Espero que se hayan dado cuenta de que la Medicina y parte sus campos de conocimiento forman parte de la Biología. Los anteriores representantes dicen que nos apoyan (Rodrigo y  Luisa). Pues ya están tardando en mojarse y contarnos que es lo que está pasando con los biólogos. 

 

Para concluir, os dejo como guía la contribución de los biólogos que trabajamos en sanidad ambiental dentro los distritos sanitarios y áreas hospitalarias del Servicio Andaluz de Salud. Nuestros principales logros se resumen: 


- Mejora de resultados en salud avanzando en indicadores de salud ambiental: calidad de las aguas de consumo, prevención de la legionelosis en instalaciones de riesgo, vigilancia de las aguas de baño, seguridad química, gestión de incidencia sanitaria producidas por vectores transmisores de enfermedades, incluida la investigación.

- Haciendo efectivo el derecho a la protección de la salud pública, contribuyendo con conocimiento experto y especializado en sanidad ambiental, suministrando información objetiva y contrastada, interpretando datos científicos, caracterizando factores de riesgo, proponiendo de medidas correctoras y de control, proporcionando criterios para la toma de decisiones a las autoridades sanitarias... 

- Jugando un papel esencial para el cumplimiento de estándares y legislación en salud ambiental, para mejorar la provisión de servicios, con profesionalidad e independencia. A tal efecto evaluamos programas públicos de salud ambiental, valorando criterios, estructuras, procesos, recursos y resultados obtenidos que servirán para priorizar actuaciones sobre la base de un análisis fundamentado, que repercutan positivamente en la salud pública y comunitaria.